El análisis de los inversores se ha intensificado en el último año, y la respuesta de las organizaciones a la pandemia se ha considerado un indicador clave de la salud general de las mismas. Moody's cita que las empresas que no priorizaron la salud pública y el bienestar social sufrieron un golpe en su reputación, ya que más compradores buscaron productos y servicios de aquellos que respondieron con empatía. Por ello, las iniciativas medioambientales, sociales y de gestión (ESG) - conjunto de normas que miden la sostenibilidad de las operaciones de una empresa- han cobrado mayor importancia a medida que el papel social de las empresas tiene más peso en las decisiones de compra.
La encuesta más reciente State of the Connected Customer de Salesforce reveló que en 2020, el 56% de las empresas y los consumidores individuales reevaluaron el papel social de las empresas a las que compran o con las que hacen negocios. Curiosamente, la encuesta demostró que la implantación de la tecnología adecuada desempeñaba un papel fundamental a la hora de apoyar el bienestar de los empleados y mejorar la facilidad para hacer negocios a pesar de los retos sociales y económicos. Las empresas tienen que asegurarse de que los dispositivos y el software son accesibles y fiables para garantizar una transición fluida al trabajo a distancia. Por ejemplo, hemos visto florecer el mercado de los portátiles, y se espera que la demanda siga siendo alta en los próximos años, ya que hoy en día casi todos los miembros de la familia necesitan su propio dispositivo (en lugar de un "ordenador familiar" compartido) para el trabajo virtual y la escuela. Las transformaciones digitales se han acelerado, alejándose rápidamente de los sistemas heredados y de las infraestructuras obsoletas para garantizar soluciones sostenibles para el futuro indefinido del trabajo a distancia o híbrido. El software de videoconferencia y los programas basados en la nube, por ejemplo, han pasado de ser algo bonito a algo imprescindible.
Pero a medida que continuamos recorriendo el año 2021, las empresas deben considerar cómo sus esfuerzos de digitalización van más allá de las soluciones para abordar los cambios relacionados con la pandemia, y más bien están contribuyendo a la confianza y la sostenibilidad a largo plazo, ya que las partes interesadas están prestando más atención a las iniciativas ESG. Adoptar una perspectiva ESG cuando se adquiere tecnología puede ayudar a una organización a gestionar de forma proactiva los riesgos legales y de reputación.